Concert per a veus  veus femenines i piano. Dia 13.11.2012 a les 20.15 h.  Villa Eugenia de Godella – 
I
FRANZ SCHUBERT (1797-1928)
Gott ist mein Hirt, D. 706, (El Señor es mi pastor) (5,30′)
Coronach Op. 52, nº 4 (Canto fúnebre) (5′)

FELIX MENDELSSOHN-BARTHOLDY (1807-1849)
Gruss (Saludo) (2′)

ROBERT SCHUMANN (1810-1856)
Der Wassermann, Op 91, nº 3 (Aquarius) (2,15′)
Meerfey, Op.69, nº 5 (2,50′)

JOHANNES BRAHMS (1833-1897)
Der 13 Psalm “Herr, wie lange willst du mein so gar vergessen” Op. 27
(Hasta cuándo, Señor, me olvidarás?) (6′)

II

JOAQUIN NIN (1879-1949)
Canciones populares españolas (10′)
1. Castellana
2. Catalana
3. Gallega
4. Asturiana

EDWARD ELGAR (1857-1934)
My love dwelt in a Northern land (Mi amado moraba en una tierra del norte) (2,17′)
As Torrents in Summer (Como torrentes de verano) (4′)

FRANCIS POTT (1957)
Nunc natus est Altissimus, (Ahora el Altísimo ha nacido)
3. What is he, this lordling, that cometh from the fight? (¿Quien es este joven
caballero que llega de la batalla?) (2,30′)
4. Rorate coeli desuper! (Destilad, cielos, como rocío de lo alto) (6,30′)
Cor de la Generalitat Valenciana
Francisco Hervás, piano
Francesc Perales, director
Duración: 1ª parte: 23′ aprox. /2ª parte: 25′ aprox.

 

NOTAS AL PROGRAMA

El programa que interpreta el prestigioso Coro de la Generalitat Valenciana, dirigido por el refinado y escrupuloso maestro Perales, se acompaña de piano en todas sus intervenciones y presenta dos partes bien diferenciadas.
En la primera de estigma romántico, con una clara vinculación entre las obras y los autores, como veremos, encontraríamos la base argumental del conjunto de composiciones que realizaron cuatro de los grandes músicos del XIX para esos coros laborales que nacieron con el impulso de la revolución industrial, con un aliento sindicalista y cultural a la vez. Las dos piezas de Mendelssohn y Schumann podrían ir destinadas, precisamente, a ese tipo de agrupaciones canoras. Sin que les pudieran ser indiferente las de Schubert y Brahms que abren y cierran la primera parte y que poseen un carácter sacro.
La primera de las obras de Schubert, cuyo texto también musicó Mendelssohn, presenta tresillos punteados que impulsan el tono pastoral de la melodía. La segunda, Coronach, basada en Walter Scott, es un lamento en las voces de sus mujeres e hijos por un jefe muerto cuyo texto trata Schubert en Fam, con un solemne sentido elegiaco, que podría tener reminiscencias célticas.
Gruß es un dueto para dos voces femeninas y acompañamiento de piano escrito en 1840 para el álbum de Couraud Chérie, la futura esposa de Adolphe Adam, a quien los Mendelssohn acababan de conocer. Tiene un aire de lander con una sección central dialogada.
La balada Der Wassermann de Schumann, posiblemente con raíces basadas en la música popular y estructura tripartita, narra una historia en que la muerte saca a bailar a una hermosa joven, lo que permite cambiar el ritmo alegre del tema inicial en uno melancólico en la conclusión. También tiene un marcado carácter romántico el argumento de Meeffex, en el que una sirena fascina a un marinero que acaba ahogado buscando a la mujer que vive debajo de las aguas. Es una barcarola brillante y luminosa con una constante ascensión al agudo de las sopranos, que concluye, asimismo, con un horizonte sombrío.
El Salmo XIII de Bramhs, que anteriormente había cautivado a Schubert, tiene un sistema contrapuntístico que recuerda el periodo barroco y que parece evocar asimismo al Paulus de Mendelssohn en su inicio. En su creativa disposición acaba los párrafos con armonías distintas la tónica.
El uso de un compás de 6/4 presta un sabor de arcano medieval a la pieza, cuyo final recibe el tratamiento más extenso en una sección propia, que se distingue por su punteado ritmo y la afirmación constante del sol mayor, la clave, en la que la pieza se cierra.
El compositor Joaquín Nin, padre del asimismo músico Nin Culmell, fue un compositor, pianista y musicólogo cubano, nacido cuando aún la isla caribeña era parte de España, que se formó en París a la vera de Ravel y con una fuerte impronta del nacionalismo ibérico de la época. Las obras que se interpretan esta noche, marcadas por esa impronta hispana, fueron escritas para voz y piano, y concretamente para la que fue su esposa Rosa Culmell, una cantante de ópera de la que acabó divorciándose. Sin duda la valoración de la obra en su génesis tiene tal vez más interés que su trabajo coral aunque en él no faltan detalles de sonoridades aéreas, muy en la línea de Debussy «a boca chiusa». El panorama resulta diverso y llega a tener una dicción territorial, no tan «descriptivista» cuanto derivada de un bien entendido acento folclórico. El tratamiento del piano, que sigue siendo el original de las primitivas canciones, posee una gran importancia y no hace sino revelar al diestro pianista que fue su autor, que recorrió Europa en una perenne actividad concertística.
Las dos canciones de sir Edward Elgar son sendas transcripciones para piano y voces femeninas, de un original escrito para coro mixto a cuatro voces. La primera escrita en 1889 para la Sociedad Musical Tenbury se basa en un texto amoroso revelador de un panorama romántico y boscoso en un atardecer que busca una sensación «descriptivista» de ambiente. La segunda de 1896 extraída de la saga El rey Olaw, rememora los cantos épicos de los bardos, aunque el texto condiciona asimismo un relato descriptivo de ambiente, que posee un acento ceremonial.
Francis Pott es un pianista y profesor del London College of Music, a quien le gusta la investigación de las fuentes antiguas, para extraer de ellas sonoridades y atmósferas para llevarlas a un lenguaje del presente. De ello es claro testimonio el repertorio que nos ofrece el conjunto de voces femeninas del Coro de la Generalitat de Valencia. Argumentalmente se trata de dos canciones de Navidad extraídas del Nunc nastus est altissimus, oratorio basado en Isaías y en ellas Pott lleva a cabo una curiosa «fusión» (como se dice ahora en el más castizo lenguaje pop) entre los textos latinos y los textos en inglés, estableciendo una curiosa mezcla al mejor estilo del final del renacimiento, tal y como sucedía en España con las ensaladas de los Flecha, Peñalosa, Cárceres y otros.
En las piezas corales en las que hay armonizaciones y ritmos complejos que ponen a prueba la ductilidad y la afinación de cualquier conjunto, se siguen patrones rítmicos en la línea de Tipett, con resoluciones octavadas que obligan a las sopranos a encaramarse en tesituras agudas, muy contrastadas frente a otras graves.
La configuración se basa en el lied ternario ABA, con un importante módulo medular, que es la columna vertebral del puente de las dos secciones extremas.
Antonio Gascó